Crónica Reportaje: Carol Bown y el Contraste entre Promesas y Realidades

El pasado 15 de abril de 2025, en la ceremonia de rendición de cuentas de la comuna de San Miguel, la nueva alcaldesa Carol Bown se presentó ante la comunidad para dar cuenta de su gestión. Con una postura firme y una agenda centrada en la probidad, la transparencia y la correcta administración de los recursos públicos, la jefa comunal no solo destacó los logros de su primer año de gobierno, sino que reafirmó uno de sus ejes más fuertes: la transparencia.
“La transparencia no es un eslogan, es una práctica diaria que estamos instalando en cada rincón del municipio”, declaró Bown ante los vecinos y medios de comunicación presentes. La promesa de una gestión limpia y eficiente resonó en el aire, pero quienes conocen su pasado político se preguntan si las palabras de Bown, tan firmes en su discurso, coinciden con su historial de gestión pública.
Un historial que, a lo largo de los años, ha estado marcado por un patrón de controversias, decisiones cuestionadas y, sobre todo, el contraste entre sus promesas de transparencia y las acciones de su carrera política. Desde su paso por la Subsecretaría de la Niñez hasta sus recientes contratos con la Municipalidad de Las Condes, Carol Bown ha sido una figura que ha dejado una huella tanto en la administración pública como en la opinión pública, pero no sin generar debates sobre su gestión.
La Promesa de Transparencia y la Realidad de la Gestión Pública
Carol Bown ha hecho de la probidad y la transparencia los pilares de su administración, pero su trayectoria en la Municipalidad de Las Condes y su gestión en la Subsecretaría de la Niñez distan mucho de este enfoque. La contratación de Bown para gestionar redes sociales en Las Condes, por un monto de 34 millones de pesos, se sumó a un contrato anterior en el que recibió 12,5 millones de pesos por elaborar un informe sobre los programas sociales en la comuna. Esta cifra fue ampliamente cuestionada por su exceso y por las implicancias de los favores políticos que muchos veían detrás de su contratación.
Sin embargo, la historia no comienza ahí. Antes de su vinculación con Las Condes, Bown ocupó un cargo clave en el gobierno de Sebastián Piñera, como subsecretaria de la Niñez. En esa etapa, su principal tarea fue la creación del Servicio de Protección Especializada de la Niñez y Adolescencia, un organismo creado para enfrentar la crisis del sistema de protección infantil en Chile. Sin embargo, lo que fue presentado como una solución para mejorar el cuidado y la protección de los menores en situación de vulnerabilidad se transformó rápidamente en uno de los fracasos más evidentes de su gestión.
De acuerdo con un informe de Ciper Chile publicado en junio de 2024, el Servicio de Protección Especializada, bajo la dirección de Bown, no cumplió con los estándares que se habían prometido. Los problemas de ejecución, falta de recursos, y la ineficiencia del sistema se convirtieron en un lastre para el gobierno, dejando a los menores más vulnerables sin la protección adecuada. En un contexto donde la crisis de la niñez en Chile es un tema crítico, el fracaso de Bown en este sector fue una señal de que, más allá de los discursos, la gestión efectiva no siempre estuvo a la altura de las expectativas.
Contradicciones y Dudas sobre la Transparencia
“La transparencia no es un eslogan”, insistió Bown durante su rendición de cuentas como alcaldesa de San Miguel. Pero su trayectoria como funcionaria pública plantea interrogantes sobre cómo ha practicado realmente esa transparencia en el pasado.
Las contradicciones entre sus discursos y su gestión comienzan a ser evidentes. Mientras, en su rol como subsecretaria de la Niñez, se desbordaba la crisis del sistema de protección infantil, su gestión en Las Condes estuvo marcada por contratos cuestionados y una gestión que muchos consideran una extensión de sus vínculos políticos con el sector conservador. Las promesas incumplidas en el gobierno de Piñera y la falta de resultados concretos en la protección de los menores no pasaron desapercibidas, y en ese contexto, la gestión de recursos y decisiones de Bown parecen haberse centrado más en su imagen política que en la eficiencia que tanto pregona ahora como alcaldesa.
En San Miguel, Bown no ha tenido reparos en resaltar la importancia de la probidad, pero su pasado deja una sombra de dudas sobre si las palabras siempre se alinean con sus acciones. En un país donde la transparencia es un tema crítico, especialmente a nivel local, los vecinos de la comuna podrían estar preguntándose si las promesas de la alcaldesa se verán reflejadas en su forma de gobernar, o si, como en otras ocasiones, los favores políticos y la gestión de imagen seguirán siendo protagonistas.
El Contrato en Las Condes: El Pasado Reciente
La polémica contratación por $34 millones de Carol Bown para gestionar las redes sociales de la Municipalidad de Las Condes vuelve a poner en el centro de la discusión la transparencia en el uso de los fondos públicos. Además, en 2023, había recibido $12,5 millones por la elaboración de un informe sobre los programas sociales. Ambas contrataciones despertaron sospechas de clientelismo político debido a su cercanía con Joaquín Lavín y el sector conservador, donde Bown ha sido una figura clave.
Aunque desde la municipalidad se defendió el contrato, asegurando que la presencia digital es clave en la comunicación pública y que Bown aportaría su experiencia, las críticas por el monto elevado y la falta de justificación clara sobre el uso de ese dinero no tardaron en surgir. Como alcaldesa de San Miguel, Bown tiene la oportunidad de demostrar que su gestión será diferente y que la transparencia que predica no quedará en palabras vacías, pero las dudas sobre su historial de gestión persisten.
A ver que pasa
Mientras Carol Bown se presenta ante los vecinos de San Miguel como una líder que promueve la transparencia, su pasado político en cargos clave, como su paso por la Subsecretaría de la Niñez y su relación con la Municipalidad de Las Condes, revela una serie de contradicciones que no pueden ser ignoradas. La pregunta sigue en el aire: ¿será capaz Bown de transformar sus palabras en acciones concretas en San Miguel, o continuará con una gestión que, en sus etapas anteriores, estuvo marcada por decisiones cuestionadas y falta de resultados claros?
En los próximos meses, los ciudadanos de San Miguel, y la opinión pública en general, estarán observando de cerca si Carol Bown puede cumplir con su promesa de gobernar con probidad y transparencia, o si la historia de su gestión seguirá marcada por el clientelismo político y las promesas incumplidas.