“Sexualidad en la edad dorada”
Por Dominga Hernández y Alen Cid
La sexualidad en la tercera edad sigue siendo un tema vagamente explorado debido a los estigmas que socialmente se han ido construyendo alrededor de este concepto, sin embargo, este rechazo invisibiliza los beneficios tanto emocionales como de salud que genera una sexualidad activa e informada.
Dentro de los tabúes que impiden la difusión de la sexualidad está el escaso acceso a su información para el adulto mayor. Es por eso, que se realizó una encuesta a un grupo determinado de personas de tercera edad para conocer el porqué de su falta de atención. Tras los datos recopilados, sólo un 20% de los entrevistados aclaran que solo pueden optar por informarse y atenderse a través del sistema de salud privado, ya que en la salud pública sus solicitudes no son atendidas.
Por otro lado, esta problemática se ha convertido en un desafío social, y para esto se realizó la pregunta ¿Qué tan cómodo se siente hablando sobre sexualidad? De un 30% a un 50% se sienten mediana o pocamente cómodos al hablar sobre el asunto. El hecho de que se dé por sentado que después de cierta edad el deseo o atracción sexual no es posible, genera una especie de retraimiento en la población mayor haciendo que opten por no hablar o preguntar sobre ello.
Chile, se consolida como el segundo país más envejecido de América Latina según CEPAL, 2023, y con una esperanza de vida de 81 años (INE, 2022), la problemática sobre la sexualidad en la tercera edad requiere darle un mayor enfoque para su bienestar sexual. La académica María Beatriz Fernández L., del Instituto de Sociología y miembro del Centro UC Estudios de Vejez y Envejecimiento de la Pontificia Universidad Católica de Chile, afirma que “la sexualidad en la tercera edad es un derecho fundamental, indispensable para la salud física y emocional”.
Obstetra y Ecografista
En una entrevista exclusiva, la obstetra y ecografista Patricia Buccioni Pino, quien cuenta con 16 años de experiencia en el Servicio Público y en atención primaria de salud (APS), ofreció respuestas clave ante la problemática. Entre sus contribuciones más destacadas figura su visión sobre las políticas públicas. La doctora afirmó: “En este momento, las políticas públicas han avanzado y se han ido modificando, creando diversos programas orientados a divulgar información relevante sobre la salud y la sexualidad de las personas mayores.” Este planteamiento abre nuevas perspectivas para los adultos mayores, al representar una oportunidad para ampliar el acceso a información en su grupo etario.
Dada la necesidad de una solución en busca de normalizar la sexualidad y promover un diálogo inclusivo en la tercera edad, es esencial que tanto las instituciones públicas como privadas trabajen colaborativamente para garantizar el acceso a información y atención de calidad para la vejez. Esto no es solo un tema aislado a la comunidad longeva, sino que es una puerta para extender la comunicación de la sexualidad en cualquier etapa de la vida y comprender que es algo natural y sano.
